Mientras purificaba y cristalizaba la LSD, una serie de sensaciones extrañas interrumpieron a Albert Hofmann. Había absorbido una pequeña cantidad a través de la punta de sus dedos, y describiría las consecuencias en el informe que envió en aquel momento al Profesor Stoll:
"Viernes 16 de Abril, 1943, me vi forzado a interrumpir mi trabajo en el laboratorio a media tarde y dirigirme a casa, encontrándome afectado por una notable inquietud, combinada con cierto mareo. En casa me tumbé y me hundí en una condición de intoxicación no-desagradable, caracterizada por una imaginación extremadamente estimulada. En un estado parecido al del sueño, con los ojos cerrados (encontraba la luz del día desagradablemente deslumbrante), percibí un flujo ininterrumpido de dibujos fantásticos, formas extraordinarias con intensos despliegues caleidoscópicos. Esta condición se desvaneció dos horas después."
sábado, 24 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
hace 2 se murio el dia de mi cumple, siempre se le rinde o"culto" bicicletero con ganas de seguir VITALIFICANDO los ambientes...
salud
Publicar un comentario