lunes, 26 de diciembre de 2011

VOLVERÁS A REGIÓN.

"Le voy a decir en pocas palabras lo que yo creo que es el tiempo. (…) Es la dimensión en que la persona humana sólo puede ser desgraciada, no puede ser de otra manera. El tiempo sólo asoma en la desdicha y así la memoria sólo es el registro del dolor. Sólo sabe hablar del destino, no lo que el hombre ha de ser sino lo distinto de lo que pretende ser. Por eso no existe el futuro y de todo el presente sólo una parte infinitesimal no es pasado; es lo que fue".
[...]
"Quizá me equivoque, pero ahora me parece tan evidente… sólo lo que no pudo ser es mantenido en el nivel del recuerdo –y en registros indelebles—para constituir esa columna del debe con que el alma quiere contrapesar el haber del cuerpo. Así que la memoria nunca me trae recuerdos; es más bien todo lo contrario, la violencia contable del olvido".
[...]
"Entonces me dije: mírate por dentro, ¿qué guardas en el fondo de tu más íntimo reducto? Ni es amor, ni es esperanza, ni es –siquiera– desencanto. Pero si aplicas con atención el oído observarás que en el fondo de tu alma se escucha un leve e inquietante zumbido –hecho de la misma naturaleza del silencio--; y es que está pidiendo una justificación, se ha conformado con lo que ahora es y sólo exige que le expliques ahora por qué eso es así".
[...]
"Mejor dicho, este mundo no es una trampa, sino un escondrijo (en cierto modo gratuito y frívolo, muy propio del diletante que carece de energías y motivos para abordar una actividad seria) que ese hombre se ha fabricado para ocultarse a su propio demonio. Incluso el humor procede de ahí, de la actitud de quien, quieto y oculto, ve cómo los demás corren frenéticos en pos del agujero que él ocupa" .


Juan Benet.

BOSQUEJO AUTOBIOGRÁFICO.

De noviembre de 1948 a la primavera de 1949 viví sola en Madrid. Mi abuela había muerto hacía poco y algunos de los muebles de la calle Mayor se habían trasladado a un pisito pequeño que compró mi padre en Madrid, regentado por las dos criadas viejas de la abuela, Paula y Marcelina, que eran como de la familia. Con ellas estuve viviendo durante ese tiempo, pero salía y entraba cuando me daba la gana y traía muchos amigos a casa. Habla reencontrado en Madrid a mi antiguo compañero de estu*dios Ignacio Aldecoa, y él me puso en contacto con mucha gente que conocía y que empezó a ser mi grupo: Medardo Fraile, Alfonso Sastre, Jesús Fernández Santos, Rafael Sánchez Ferlosio y Josefina Rodríguez, entre otros. Ninguno, excepto Josefina, era muy buen estudiante ni soñaba con ser profesor, todos llevaban en la sangre el virus de la literatura y empezaban a colaborar en revistas madrileñas, La hora, La estafeta literaria, Clavileño, Alférez, El español y Alcalá. En contacto con este grupo de amigos, mis proyectos universitarios se fueron diluyendo y me relajé bastante en el trabajo de la tesis, que había comenzado sobre los cancioneros galaico-portugeses y que, poco a poco, me empezó a aburrir. A ello contribuyó también el hecho de que el viejo profesor a quien había elegido para que me la dirigiera, don Armando Cotarelo, era un hombre apático, que nunca me estimuló y al que sólo vi dos veces. Trabajaba sola, sin ganas y como perdida en la Biblioteca del Consejo de Investigaciones Científicas. Empecé a escribir cuentos y artículos y a verlos publicados en alguna de las revistas mencionadas. Iba mucho al café, al teatro, a la taberna y de paseo con mis nuevos amigos, mucho menos universitarios que yo, mucho más bohemios, todos ellos buenos escritores. Conocí también a poetas, pintores, actrices y periodistas. Madrid me parecía una ciudad fascinante. Habla decidido que quería vivir siempre allí.
En enero de 1950 me hice novia de Rafael Sánchez Ferlosio, dos años más joven que yo y mal estudiante, pero excelente es*critor. Me dedicó su primer libro, Industrias y andanzas de Alfanhuí, y poco después se fue a cumplir el servicio militar a Tetuán. Nos escribíamos mucho y yo era la primera vez en mi vida que estaba tan enamorada y tan influida por alguien. Había abandonado por completo mi proyecto de la tesis doctoral, así como el de hacer oposiciones para ganar una cátedra. Mi experiencia con aquellas niñas del colegio de la calle Martínez Campos me había revelado que mis dotes para la enseñanza eran más bien escasas.
El 14 de octubre de 1953, me casé con Rafael Sánchez Ferlosio, que había terminado su servicio militar, pero no la carrera. Acababa de fundar con Sastre y Aldecoa la Revista española, que económicamente fue un desastre pero que ahora es muy buscada por los estudiosos porque allí colaboramos todos los prosistas de la llamada «generación de los años cincuenta». Los consejos de Rafael y de Aldecoa me habían servido para abandonar el tono lírico de mis primeras composiciones y para ser más rigurosa y exigente en mi prosa. Mi cuento La chica de abajo, que les había gustado mucho, es seguramente mi primera narración estimable y en ella ya están muchos de los elementos y temas que poste*riormente elaboré mejor. Rafael y yo (a pesar de que él había conseguido un trabajo modesto como secretario de un ingeniero) pensábamos vivir de nuestras colaboraciones literarias.
Después de casarnos, pasamos unos meses en Roma, en casa de los abuelos maternos de Rafael, en la Piazza de Santa Maria sopra Minerva, donde él había nacido. Luego volvimos en otras muchas ocasiones a aquella casa. Los abuelos de Rafael eran una gente encantadora y me encariñé mucho con ellos; la abuela Ida me enseñó a cocinar, que yo no sabía, y se pasaba las horas muertas hablando conmigo. Viajamos también a Nápoles, Florencia y Venecia. Italia se me metió muy dentro y además me puso en contacto con la literatura contemporánea del país, que me influyó mucho, sobre todo Pavese y Svevo. También estuvimos en París.
Desde que me casé vivo en Madrid, en un séptimo piso de la calle Doctor Esquerdo, que mi padre nos regaló, y que tiene una gran terraza. (Lo he descrito con todo detalle en mi novela El cuarto de atrás, durante la conversación con el hombre vestido de negro que me visitó una noche.)
Nunca tuvimos criada, nos repartíamos las tareas domésticas y trabajábamos con total independencia uno de otro. La misma independencia que manteníamos en todo, sin interferir nunca en las amistades ni en las manías del otro, y recibiendo continuamente a los buenos amigos. Él escribía sobre todo de noche, y yo también me volví bastante nocturna y muy poco esclava de los horarios. A ninguno nos gustaba el lujo superfluo de las comidas de ceremonia, lo que más nos unía era el gusto por hablar y el sentido del humor, aunque él es más crítico que yo, más inadaptado y menos sociable.
En primavera de 1954 obtuve el premio Café Gijón por mi novela corta El balneario. Tanto esta novela como todas las que escribí posteriormente no las leyó Rafael hasta que ya estaban terminadas. No quería dejarme influir por sus críticas, que muchas veces me desanimaban. Prefería que me las hiciese cuando el libro estaba ya en prensa.

Madrid, junio de 1980.


Carmen Martín Gaite (1925-2000)

domingo, 25 de diciembre de 2011

LA IMPORTANCIA DE MI MUERTE.

No me importaría morir con aguacero,
pero carezco de paraguas [...]
No me importaría morirme,
si fuera sólo por las mañanas.
Y no todas las mañanas [...]
No me importaría morirme,
si la muerte no fuera una cosa muy seria [...]
Si mi trabajo estuviese bien remunerado,
no me importaría, por mis herederos.
Pero con tal sueldo basta apenas
para ir tirando vivo.


Juan García Hortelano

viernes, 9 de diciembre de 2011

LA REINA (2 AÑOS DESPUÉS).

Yo te he nombrado reina.
Hay más altas que tú, más altas.
Hay más puras que tú, más puras.
Hay más bellas que tú, hay más bellas.

Pero tú eres la reina.

Cuando vas por las calles
nadie te reconoce.
Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira
La alfombra de oro rojo
que pisas donde pasas,
la alfombra que no existe.

Y cuando asomas
suenan todos los ríos
de mi cuerpo, sacuden
el cielo las campanas,
y un himno llena el mundo.

Sólo tu y yo,
sólo tu y yo, amor mío,
lo escuchamos.
Yo te he nombrado reina.
Hay más altas que tú, más altas.
Hay más puras que tú, más puras.
Hay más bellas que tú, hay más bellas.

Pero tú eres la reina.

Cuando vas por las calles
nadie te reconoce.
Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira
La alfombra de oro rojo
que pisas donde pasas,
la alfombra que no existe.

Y cuando asomas
suenan todos los ríos
de mi cuerpo, sacuden
el cielo las campanas,
y un himno llena el mundo.

Sólo tu y yo,
sólo tu y yo, amor mío,
lo escuchamos.


Pablo Neruda (1904-1973).

lunes, 5 de diciembre de 2011

EL TESORO.

"Apenas expresamos algo lo empobrecemos singularmente. Creemos que nos hemos sumergido en las profundidades de los abismos y cuando volvemos a las superficie la gota de agua que pende de una pálida punta de nuestros dedos ya no se parece al mar del que procede. Creemos que hemos descubierto en una gruta maravillosos tesoros y cuando volvemos a la luz del día sólo traemos con nosotros piedras falsas y trozos de vidrio; y sin embargo en las tinieblas relumbra aún, inmutable, el tesoro."


Maurice Maeterlinck (1862-1949).

LÍMITES.

Culto, irónico, deslizante y difícil de cazar si uno se acerca a sus certezas desde la charca de los lugares comunes sin apreciar esa combinación de audacia y riesgo de su puesta en escena. Limita al norte con Juan Benet, al este con Sánchez Ferlosio y al sur con Agustín García Calvo. Es su barricada feroz. «Para un país civilizado, tener a estos tres pilares es impresionante. Pero aquí ni nos hemos dado cuenta.»

Félix de Azúa, El Mundo, 4 de diciembre de 2011.

sábado, 26 de noviembre de 2011

¿SABE ALGUIEN AHORA...?

"Compartí una anécdota con Rafael Sánchez Ferlosio cuando fuimos juntos a Barcelona para ver a José Manuel Lara, que todavía era un pequeño editor, pero ya influyente, aunque con la carga propia de su ideología. Fuimos a verle, Ferlosio con una novela que se llamaba El pensamiento y que nunca publicó, una novela muy bonita, muy kafkiana, y yo con Duelo en el paraíso (1955), sobre el tema de los niños durante la Guerra Civil. Lara nos recibió a los dos el mismo día, pero en horas distintas, y a mí me dijo esta frase memorable [imita el acento andaluz del editor]: “Loh niñoh, loh niñoh no zon comercialeh”. Con Ferlosio fue mejor, le dijo: “Uztéh ezcribe bien, pero que mu bien, hazta que demaziado bien”, y añadió: “Uzteh, que va a Italia, por qué no me ezcribe una novela de un muchacho ezpañol que conoce una novia italiana, el amor entre loh doh y todo ezo. Porque uztéh, con zu eztilo, uztéh me llegaría a zer un Pombo Angulo”. Cuando nos lo contamos el uno al otro, nos reímos lo nuestro. Un Pombo Angulo, ¡qué ocurrencia! ¿Sabe alguien ahora quién era el tal Pombo Angulo?"

Juan Goytisolo, Público, 30 de noviembre de 2008.

viernes, 18 de noviembre de 2011

DISCURSO DE CARACAS.

"¿Entonces qué es una escritura de calidad? Pues lo que siempre ha sido: saber meter la cabeza en lo oscuro, saber saltar al vacío, saber que la literatura básicamente es un oficio peligroso."

Roberto Bolaño.

viernes, 4 de noviembre de 2011

AUTO-ORGANIZACIÓN EN FASE DE DESEQUILIBRIO.

"Prácticamente todos los días -durante cerca de dos años- inhalé cocaína bastante pura, en cantidades muy rara vez superiores al medio gramo. La dosis cotidiana habitual -distribuida en cinco o siete tomas- venía a ser unos 250 miligramos. No observé insensibilidad a los efectos estimulantes, y el fármaco me resultó útil durante algunos meses para trabajos arduos del momento, como editar los Principios de Isaac Newton. Noté, en cambio, una propensión -no muy marcada- al insomnio y la irritabilidad. Sin embargo, al reconvertir el uso crónico en ocasional descubrí que: a) había olvidado el efecto eufórico posible de la droga, hasta el extremo de confundirlo con sensaciones bastante menos sutiles e intensas; b) me dejaba llevar por estímulos ridículos o incompatibles con mi propia idea del mundo, generalmente ligados a un complejo de autoimportancia. En otras palabras, la cronicidad debilitó ante todo el sentido crítico, la lucidez."

Antonio Escohotado.

domingo, 18 de septiembre de 2011

EL MAGNO EVENTO.

"[...] yo, por mi parte, me figuro que casi en cualquier otra nación de este triste Occidente que no sea la nuestra, ante tan desmesurado exceso de fastos, de ritos, de ceremonias, de procesiones, de desfiles de "deprimentes y falleras efigies, que para muchos no son más que tótems", como dice Javier Marías, la población podría haber pensado que la Iglesia estaba haciendo el ridículo ante el mundo, e incluso haber pasado vergüenza los creyentes por el total desmadre de la vida alegre de su Santa Madre sin un solo segundo para mirar a sus hijos, a quienes se proclama consagrada. A ella nada parecen importarle ni los fieles ni Dios mismo, sino tan solo su propia pervivencia."

Rafael Sánchez Ferlosio, El País, 18 de septiembre de 2011.

sábado, 17 de septiembre de 2011

LOS MUERTOS.

"Su alma se desvaneció lentamente al escuchar el dulce descenso de la nieve a través del universo, su dulce caída, como el descenso de la última postrimería, sobre todos los vivos y los muertos".

James Joyce, Dublineses, Alianza Editorial, 2011. (Traducción de Eduardo Chamorro).

viernes, 2 de septiembre de 2011

LEER BIEN...

"Leer bien, es decir, leer verdaderos libros con un espíritu verdadero, es un noble ejercicio, y ocupará al lector más que cualquier ejercicio estimado por las costumbres del día. Requiere un entrenamiento como el de los atletas, la firme intención de casi toda una vida con este objetivo. Los libros deben ser leídos tan deliberada y reservadamente como fueron escritos."


Henry David Thoreau.

jueves, 1 de septiembre de 2011

VIDA DE ARTISTA (II).

El éxito suele ir acompañado primero de ansiedad, después llegan el insomnio, las pastillas, las drogas y finalmente la atracción del abismo.

EN LA CALLE MORGUE.

"Nuestro aislamiento era perfecto. No admitíamos visitantes [...]. Sólo vivíamos para nosotros.
[...] A las primeras luces del alba, cerrábamos las pesadas persianas de nuestra vieja casa y encendíamos un par de bujías que, fuertemente perfumadas, sólo lanzaban débiles y mortecinos rayos. Con ayuda de ellas ocupábamos nuestros espíritus en soñar, leyendo, escribiendo o conversando, hasta que el reloj nos advertía la llegada de la verdadera oscuridad."


Edgar Allan Poe (1809-1849).

miércoles, 31 de agosto de 2011

LOS DIEZ MIL.

"... tengo miedo de que, como los lotófagos, una vez que hayamos aprendido a vivir ociosos y a pasar la vida en la abundancia, y a unirnos con mujeres y doncellas hermosas y altas de los medas y de los persas, olvidemos el camino a la patria."


Jenofonte (ca. 431 a. C. - 354 a. C.)

lunes, 29 de agosto de 2011

VIDA DE ARTISTA (I).

El trabajo del artista es obsesivo e incesante, que se debe por encima de todo a esas horas interminables de insomnio y estudio.

sábado, 30 de julio de 2011

CONTRA LAS ACADEMIAS.

Durante los años de la Segunda República, don Emilio Cotarelo, a la sazón presidente de la docta corporación, afirmó que Valle-Inclán no reunía los méritos suficientes para ingresar en ella, a lo que el novelista y dramaturgo gallego repuso con su causticidad habitual: “¿Desde cuándo los herejes entran en la Iglesia? Yo soy un hereje a sabiendas”. Ignoro la reacción de Cotarelo a una puntualización tan contundente. En cuanto a Valle, el sesgo admirable de su obra tardía tras el aplauso cerrado con el que fueron recibidas sus Sonatas, le distanció del mundo académico. (Si ello sirve de consuelo a los suspendidos, recordaré que ni Baudelaire, Zola ni Proust alcanzaron la gloria de un sillón en el noble edificio del Quai Conti pese a haberlo solicitado. Pero, como dice el refrán: mal de muchos…).

Después de la Guerra Civil, el exiliado Juan Ramón Jiménez recibió una carta de José María Pemán en la que el autor del Poema de la bestia y el ángel le proponía un sillón en la Academia. Su respuesta, fechada en Washington el 6 de febrero de 1946 e incluida en el excelente volumen titulado Guerra en España coordinado por Ángel Crespo en 1985, el gran poeta expresaba con nitidez y una pizca de ironía su incapacidad de adaptarse a una faena que no era la suya:

“Para mí, amigo Pemán, las Academias son, o deben ser, institutos de trabajo, no galardones; debe ser académico el que: ha demostrado que puede trabajar en las labores propias de cada una. Ya yo le dije a Marañón, cuando vino a invitarme, que me imaginaba que él era académico de la lengua para mirarle la lengua a los académicos, y que estaría mejor en la de Medicina. En las Academias literarias, ningún poeta lírico tan ignorante como yo debe ocupar el sitio que corresponde a los historiadores, filólogos, etcétera. ¿Qué hace el poeta, un creador iluso, en uno de los sillones sabios?”.


Juan Goytisolo, El País, 6 de septiembre de 2010.

miércoles, 20 de julio de 2011

LA DEMOCRACIA ES UN TRANPANTOJO.

"La Democracia es un trampantojo, es un engaño para lo que nos queda de pueblo vivo y de gente; lo era ya desde que se inventó entre los antiguos griegos en Atenas y otros sitios. Es un trampantojo que está fundado sobre todo en esta confusión que el nombre mismo denuncia: demo y kratos. Kratos es poder y Demo se supone que es pueblo, y, sea lo que sea de los avatares de cualquier historia, nunca el pueblo puede tener el poder: el poder está contra el pueblo. [Bravos.] Esto es una cosa demasiado clara, pero hay que entenderla. [Aplausos y vivas.] De manera que supongo que esta contradicción que está ínsita en el propio nombre de la democracia os anima mucho más a entenderlo de veras. El régimen democrático es simplemente el más avanzado, el más perfecto, el que ha dado mejores resultados, el que ha llegado a producir el Régimen del Bienestar en el que nos dicen que vivimos; es simplemente eso, pero al mismo tiempo no deja de ser el Poder, el de siempre. Por el contrario, cuanto más perfecto, cuanto más avanzado, está más avanzado en sus trucos para engañar y por tanto en el manejo de la mentira, que es esencial para cualquier Poder. Esto espero que lo entendáis también bien: sin mentira no se sostiene ninguna forma de Poder. La mentira es el hacer creer, la fe, y ése es el cimiento, el fundamento para cualquier estado. De manera que, si alguno de vosotros tiene la ilusión de acceder a una democracia mejor, pues le pediría que se fuera desengañando de ese camino. No es por ahí, no es por ahí, y si vuestro levantamiento llegara a alcanzar un carácter organizado, en definitiva semejante al de la propia administración del Estado, estaría ya con ello mismo perdido, no estaría haciendo más que repetir otra vez la misma historia con otros colores y perfeccionada justamente porque ha asimilado el levantamiento, porque ha asimilado la protesta, que es la manera en que a través de revoluciones siempre fracasadas los estados han venido avanzando; es lo que justamente les hace falta, porque para seguir siendo el mismo como lo es, el Dinero no puede menos de cambiar, cambiar para seguir igual: éste es el gran truco que tenéis encima."


Agustín García Calvo, a los acampados en la Puerta del Sol, 19 de mayo de 2011.

jueves, 14 de abril de 2011

SOMBRAS LE AVISARON.

"Ningún vestigio tan inconsolable
como el que deja un cuerpo
entre las sábanas".


J.M. Caballero Bonald.

lunes, 11 de abril de 2011

VISIÓN DEL NÁUFRAGO.

"La distancia que media entre mi persona y la gente de mi edad me parece enorme. Es penoso conversar con individuos que no tienen ninguna actitud, ninguna consistencia espiritual, personas para las cuales la vida es un plácido contoneo, individuos "amigos" de muchachas, etc. No he encontrado más que dos o tres chicos distinguidos. No me queda más que el contacto con los miserables. En ellos he encontrado mucha más comprensión: me gusta su rechazo a la constricción, al orden, a la jerarquía o a otras formas. Un chico distinguido, en el caso de que sea capaz de mantenerse a sí mismo, no puede acabar siendo más que un vagabundo, uno de los miserables que se sitúan en las antípodas de su condición. Estoy convencido de que nadie es "responsable" de su situación. Por ello, ni siquiera los mediocres deben ser despreciados sino, más bien, evitados".


Emile M. Cioran.

martes, 29 de marzo de 2011

EL POZO.

"Siempre tuve miedo de dormir antes que ella, sin saber la causa. Aún adorándola, era algo así como dar la espalda a un enemigo. No podía soportar la idea de dormirme y dejarla a ella en la sombra, lúcida, absolutamente libre, viva aún. Esperé a que se durmiera completamente, acariciándola siempre, observando cómo el sueño se iba manifestando por estremecimientos repentinos de las rodillas y el nuevo olor, extraño, apenas tenebroso, de su aliento. Después apagué la luz y me di vuelta esperando, abierto al torrente de imágenes."


Juan Carlos Onetti.

domingo, 27 de marzo de 2011

LA VIDA ES MARAVILLOSA.

"La vida es maravillosa, pero lo más maravilloso es pensar que tiene fin. Este es el mejor consuelo que me guardo en la manga. Pero tengo muchas ganas de vivir. Siempre las he tenido, salvo los momentos en que he pensado en el suicidio".


Thomas Bernhard.

lunes, 21 de marzo de 2011

EL LOBO ESTEPARIO.

"Cuando he estado una temporada sin placer y sin dolor y he respirado la tibia e insípida soportabilidad de los llamados días buenos, entonces se llena mi alma infantil de un sentimiento tan doloroso y de miseria, que al adormecido dios de la semisatisfacción le tiraría a la cara satisfecha la mohosa lira de la gratitud, y más me gusta sentir dentro de mí arder un dolor verdadero y endemoniado que esta confortable temperatura de estufa. Entonces se inflama en mi interior un fiero afán de sensaciones, de impresiones fuertes, una rabia de esta vida degradada, superficial, esterilizada y sujeta a normas, un deseo frenético de hacer polvo alguna cosa, por ejemplo, unos grandes almacenes o una catedral, o a mí mismo, de cometer temerarias idioteces, de arrancar la mascara a un par de ídolos generalmente respetados, comprar un boleto al olvido o al no me importa, de seducir a una jovencita o retorcer el pescuezo a varios representantes del orden social burgués. Porque esto es lo que yo más odiaba, detestaba y maldecía principalmente en mi fuero interno: esta autosatisfacción, esta salud y comodidad, este cuidado optimismo del burgués, esta bien alimentada y próspera disciplina de todo lo mediocre, normal y corriente."


Hermann Hesse.

miércoles, 16 de marzo de 2011

PROHIBIDO PROHIBIR.

"Con todo, prohibir me parece un punto más democrático que "impedir": el que impide pone un obstáculo en las cosas, el que prohíbe apela a la persona, aunque sea bajo amenaza de castigo. Diré que, por mi parte, no tengo prejuicio alguno contra las prohibiciones; si tuviese un cargo, no tendría reparos en prohibir, salvo el conocimiento de su inutilidad. Me refiero a la inutilidad que consiste en una desobediencia total y generalizada. La inutilidad o imposibilidad de prohibir es uno de los efectos más desastrosos de la democracia como partitocracia selectiva."


Rafael Sánchez Ferlosio.

SOCIALDEMOCRACIA.

Es extraordinariamente llamativo y la novena prueba del nueve de su doblez que la prensa socialdemócrata solo aluda a las "menores" (y ya no digamos a las menores berluscas) cuando se trata del sexo. En cambio para algunas de sus consecuencias, por ejemplo, el aborto sin consentimiento paterno, suele preferir "jóvenes" o "adolescentes".


Santiago González.

domingo, 13 de marzo de 2011

EL NACIONALISMO.

[...]El nacionalismo es una ideología que ha servido siempre a los sectores más cerriles de la derecha y la izquierda para justificar su vocación autoritaria, sus prejuicios racistas, sus matonerías, y para disimular su orfandad de ideas tras un fuego de artificio de eslóganes patrioteros. Está visceralmente reñido con la cultura, que es diálogo, coexistencia en la diversidad, respeto del otro, la admisión de que las fronteras son en última instancia artificios administrativos que no pueden abolir la solidaridad entre los individuos y los pueblos de cualquier geografía, lengua, religión y costumbres pues la nación -al igual que la raza o la religión- no constituye un valor ni establece jerarquías cívicas, políticas o morales entre la colectividad humana. Por eso, a diferencia de otras doctrinas e ideologías, como el socialismo, la democracia y el liberalismo, el nacionalismo no ha producido un solo tratado filosófico o político digno de memoria, sólo panfletos a menudo de una retórica tan insulsa como beligerante.[...]


Mario Vargas Llosa, El País, 13 de marzo de 2011.

viernes, 4 de marzo de 2011

EL AUTONÁUTA.

"Dormías dándome la espalda, pero cuando digo que me la dabas estoy diciendo mucho más que una mera manera de decir, porque tu espalda se bañaba en el resplandor de acuario que nacía del sol filtrándose por la sábana vuelta cúpula traslúcida, una sábana de finas rayas verdes, amarillas, azules y rojas que se resolvían en un polvo de luz, oro flotante donde tu cuerpo inscribía su otro más sombrío, bronce y mercurio, zonas de sombra azul, pozas y valles.
Nunca te había deseado tanto, nunca la luz había temblado tanto en tu piel. Eras Lilith, eras Cypris, de la noche del paradero renacías al sol como los murmullos de fuera que crecían, los motores arrancando uno tras otro, el rumor de la autopista creciendo con el aflujo que cada paradero echaba ya a correr después del sueño. Te miré tanto, sabiendo que ibas a despertar perdida y asombrada como siempre, que no entenderías nada…"


Julio Cortázar.

jueves, 3 de marzo de 2011

"ESTAMOS DIRIGIDOS POR IGNORANTES".

Hasta llegar a encontrarnos con Rafael Sánchez Ferlosio fue necesario un largo espacio y un ancho tiempo. Una mínima correspondencia no respondida, un saber aguardar sin fatiga. Y, al final, unas consignas muy precisas dictadas del otro lado del teléfono con voz de ogro reforzado con un ruido de vientos respiratorios, de sólidas soledades.

- Si usted viene a hablar de literatura es mejor que no nos veamos… Podemos charlar de otras cosas.

Ferlosio, a los 84 años (nació en Roma en 1927), es el escritor de mayor agudeza crítica de este tiempo de significación incierta. Su campo de intereses lo delimitan los asuntos públicos: la guerra, la política internacional, las religiones, el concepto de patria, la Historia. Es un pensador en permanente combustión que se manifiesta con poderes de prosista extraordinario. Un hombre que libera y disparata con lucidez su propia vida como inquilino de una selva complejísima de saberes y rechazos, de humores y horas desveladas. Tiene modales de lobo moderno que no busca refugio en lo indiscutible.

- ¿Lobo, moderno? No sé. Yo tengo mucho de anticuado. Soy un filósofo de campanario.

- Me refiero a esa capacidad lobuna de estar al acecho no sólo de la idea, sino de cómo dice el lenguaje las ideas…

- Mmmm… Puede estar acertado en eso del lenguaje…

Da en cada frase un golpe de Estado implacable con ese aliento profético del que odia las alabanzas y las profecías. Del que rechaza el grosero «yoyeo» que reduce a tantos autores a contratistas de sí mismos. Se mantiene alerta bajo una explosividad de pensamientos que le viajan veloces por dentro de la cabeza.

Para dar con la guarida hay que atravesar el portal. Llegar hasta una cancela acristalada y, a la izquierda, pulsar un timbre que ya no suena. Una voz se arranca de muy adentro: “Vaaaaaaaaaaa”. Rafael Sánchez Ferlosio abre con un ronroneo de cautelas y, quizá, de arrepentimientos. Ferlosio vestido de sí mismo. El viejo jersey de pico. La camisa descompuesta. La corbata de nudo volcado. Las babuchas. Todos los condimentos de la leyenda. Esa elegancia alcanzada desde las más altas cotas del desastre. Y entre las manos, un trapo de secar vasos.

- Pase, pase. Al fondo… Disculpe, porque está todo algo desordenado… Cuidado con la bicicleta… Siéntese. Ya le advertí que no hablaremos de literatura. Está claro, ¿no?… ¿Quiere una cerveza?

Y con dos cervezas trazamos una tentativa de hoja de ruta para una conversación que huye de cualquier forma de voluptuosidad, de egotismo, de ese estar cargado de razón que impulsa a algunos hombres lóbregos. Rafael Sánchez Ferlosio ha violentado el tiempo con una escritura que nace del pensar escribiendo. Dos libros de ficción -El Jarama y Alfanhuí- lo instalaron en los años 50 en la cumbre de un canon que persiste y del que se siente ferozmente ajeno. Se marchó de las buenas letras en los 60 y sin despedirse. Entró en un silencio editorial de dos décadas del que saldría con el armisticio de varios ensayos y tras una navegación obsesiva por los pliegues de la gramática. Odia la literatura. Es, como él dice, un «ex-critor».

- Yo no leo nada de literatura moderna. Y tampoco alterno nada.

En esta covacha guarda la munición de sus obsesiones. Unos cuantos volúmenes que van de Adorno a los Estudios de Historia Social. También la Biblia portestante que manejaba su padre, el escritor Rafael Sánchez Mazas: «Era un hombre muy elegante, mire qué forma de subrayar el libro», exclama. Hay cientos de cuadernos en armarios y cajas de mudanza, recortes de periódicos y revistas como Psichologies, de donde salen los asuntos que dan cuerda a su nuevo libro, sobre el carácter de feminidad e hiperfeminidad en este siglo XXI. Y por aquí arrancamos:

- ¿De dónde viene ese interés por la imagen actual de lo femenino?

- El principal argumento de lo que estoy preparando es cómo las revistas femeninas han acogido ese invento que ha traído de América, entre otros, el profesor de Psiquiatría Rojas Marcos: eso de la inteligencia emocional. Algo que supone una absoluta inmoralidad. No es más que una forma de autoayuda. Pero resulta que la gente más atenta a esas cosas es la que menos se autoayuda. Son los que se dejan dirigir por un mentor, un guía espiritual…

- Aquellos que establecen modelos de conducta artificiales.

- Todo eso se ha expandido desde una revista que se llama Psichologies. Estas publicaciones propician la existencia de personas dependientes, colgadas de sus páginas. Les dicen quiénes son, cómo son, hacen cuestionarios… Un horror. Dicen cosas como: «Aprende a canalizar la energía universal». Las infelices que leen esas revistas se encuentran cosas así y se lo creen. Y se fuerzan a ser como esos modelos que les exponen. No se cultiva sólo la feminidad, sino la hiperfeminidad.

- ¿No hay algo de exhibicionismo de la intimidad?

- Pero es que la intimidad es un concepto inventado. Esas revistas crean personalidades totalmente ficticias, que no responden a ningún ser concreto. Es una trampa. Mire lo que dice este otro recorte: «Creemos comer alimentos, pero comemos emociones». ¿Cómo se puede decir que comemos emociones? Eso es como lo de la magdalena de Proust.

- Así son los nuevos modelos de cultura de masas…

- Pero es que la cultura es un mecanismo de control social desde que los romanos inventaron lo de pan y circo. Aquí en España los toros es lo que más nos ha cundido en eso que llamo los «espectáculos de estadio»; o de anfiteatro, en este caso. Tengo un escrito muy largo contra los toros. ¿Cuándo la moralidad o inmoralidad ha sido un criterio cultural?

Ferlosio toma una tijera de palmo y medio y se repasa la uña del dedo índice de la derecha. Esta manicura de urgencia no rompe el ritmo de liebre que ha adquirido la conversación. Entre respuesta y pregunta deja pasar unos segundos. El rostro es entonces de lechuza inapresable. La cabellera disparada, las cejas en punta como de haber soportado muchas descargas de un pensamiento que va a 220 voltios. Jamás hay una conclusión extraída de un lugar común. Todo suena inédito porque viene adobado de saberes remotos, de argumentos que tienen su origen en una erudición dispersa y entra directamente en conflicto contra el todo.

- En sus textos y su vida se manifiesta el rastro de una libertad bien asumida.

- ¿Libertad? La libertad no existe. Es uno mismo el que se da la ley. Libre quiere decir muy poco.

- ¿Cuáles diría que son sus autores de referencia?

- Estoy influido por determinados escritores como Max Weber, Theodor W. Adorno, Karl Bühler… Somos el cruce de unas influencias que a veces se combinan bien y otras no.

- ¿Y literariamente, hay alguien?

- Kafka, aunque lo que he escrito literariamente no se parece en nada.

- Después de treinta años ajeno a la literatura publicó el El Testimonio de Yarfoz, donde propone la cartografía de una civilización inventada…

- Bueno, tengo muchísimo escrito sobre ella, sobre las guerras barcialeas, pero eso no está preparado para ser leído… Y dejemos la literatura, ¿eh?, que puede ser peligroso.

Ataja de inmediato cualquier intento de hurgar en ficciones. Hace mucho que rechazó esa parte de su obra. De 1957 al 72 se dedicó por entero a la gramática y al consumo de dexidrina [así, en todos los casos] spansul. De aquello quedaron centenares de textos. Algunos reunidos en libros como Glosas castellanas y Guapo y sus isótopos. «A mí la gramática me interesa muchísimo. Estaba muy picado. El prólogo de la Gramática de Salvá refleja esa obsesión mía. Ahí dice: ‘Tantas especies se me vienen a la cabeza…’. Miedo me da que me saquen alguna cosa… ¡Es tanta la pasión que le tengo! ».

- ¿Y cuál era la búsqueda?

- El principal objeto gramatical que contemplaba era el verbo. Era cuando consumía anfetaminas.

- ¿Ayudaban?

- Eran los estimulantes que me hacían funcionar. Son muy querenciosos a la soledad. La dexidrina me hacía sensible a las relaciones formales de la gramática. Pasaba tres días consumiendo, sin parar de estudiar y escribir, siempre con luz artificial. Luego descansaba, dormía unas 18 horas, con uno o dos despertares para comer algo. Aquellas bajadas eran maravillosas… Después iba con mi hija dos o tres días seguidos a los parques y museos… Y vuelta a empezar. Nunca me lo he pasado mejor que en aquel tiempo. Pero en los años 80, los socialistas prohibieron la dexidrina. Eso me fastidió muchísimo. Probé el Katovit, la Coca-Cola. Y nada funcionó igual.

Un día, muy puestos de anfetas, Ferlosio y Agustín García Calvo vieron en las manchas de humedad de una tapia de Sevilla un descendimiento de Cristo. Tal era el colocón. Más o menos como ahora, sin brújula entre las palabras.

- ¿La escasa capacidad crítica de la sociedad y la política no ha creado un perverso síntoma de tutela social?

- Eso sucede cuando se está dirigido por ignorantes. Los tutores pertenecen al capitalismo, a la economía de mercado. Fíjese cómo ha disminuido la influencia del Estado. Y eso que éste ha aumentado su importancia. Mire los países del mundo que están sublevados… Sin embargo, España es uno de los lugares más inocentes y pacientes que existen. La prueba está en los sindicatos. ¡La clase obrera ha vuelto a aquello que decía Marx del «ejército de reserva»! Ellos son los primeros perjudicados si se deshace la economía de mercado. Han aceptado claudicar.

- ¿Lo entiende?

- Sí, porque no hay otra alternativa si no es destruyendo lo ya hecho. El cambio ya no es posible al modo súbito de las revoluciones, sino que debe hacerse poco a poco. El problema es quién te ayuda si hoy lo que se impone es el crecimiento, la productividad, la competitividad. Yo lo veo todo como sublevado, pero en verdad está anulado.

- ¿Sigue odiando España?

- Claro, como todo ciudadano debe odiar su país. Y ahora también odio Italia, porque me es cercana. Mi madre era italiana. Los italianos son ya más odiables que los españoles. Lo son desde que la opinión pública se ha puesto a favor de Berlusconi. Tiene más éxito aún cuando ha sido denunciado. Les sucede a los italianos como a los catalanes, que el puterío no les escandaliza.

- ¿A los catalanes?

- He leído en los periódicos que ahora presumen de ser la capital de la pornografía…

- ¿Sigue siendo la prensa su único nutriente?

- La prensa y los libros. Y en los libros repasando, más que leyendo cosas nuevas. La prensa está totalmente corrompida, como la política. Ya no tiene futuro. No es más que un concurso de amiguetes. Están todos viciados. Los políticos esperando instrucciones de la prensa y viceversa. Además, se saludan sin problemas entre los más opuestos. Ya no hay diferencia entre amistad y enemistad.

En la covacha nos ampara un foco de mucha luz. Ferlosio ha pasado al vino y sigue detonando sospechas e impresiones que impactan contra la versión más lacia de este mundo rebajado a los desagües del deporte, la publicidad y la televisión. Esos son tres más de sus frentes de batalla. Ahí quedan libros como Non olet, donde el escritor percute intuiciones sin vacilar. Y observa con recelo instintivo la realidad como un elemento de falsificación sistemática.

- Esto ya no va a durar mucho más. Es cuestión de poco tiempo.

- ¿A qué se refiere?

- El mundo no va a sobrevivir. Se acaba en pocos años. El capitalismo lo destruye todo por dentro y por fuera. El final no vendrá por una guerra, sino por una catástrofe económico/ecológica. No veo mejores posibilidades.

- ¿Qué es para usted lo sagrado?

- En este país lo sagrado es Ortega y Gasset, que no me interesa nada, y el fútbol, que como todo deporte es una actividad sin contenido. El único objetivo es la redundancia de la victoria como fin en sí mismo.

- ¿Y la Iglesia?

- Su problema más grave es la desesperación porque no tiene vocaciones. Pero lo peor es que sus obispos son afásicos, no dicen nada. No les importa el cristianismo, sino la superioridad de la Iglesia, que se ha episcopalizado muchísimo… Yo la fe no la entiendo.

- ¿La católica?

- Ni la católica, ni la musulmana, que además está limitada por el Corán, donde se plantea una recesión terrible. Al final todo se reduce a una cosa de símbolos. Por ejemplo, esas polémicas sobre el crucifijo es de tiquismiquis. Hay en España una pasión por darse por ofendidos. Es la manía del victimato. Este país ni es laico ni es nada. Santo Tomás de Aquino es el primero que establece la separación entre Estado e Iglesia en la Summa Teológica… Pero lo que no entiendo es a ese Dios sediento de alabanzas. Es repugnante.

- Sin embargo, usted no es ateo.

- No. Los ateos me parecen ridículos. No creer en la existencia es un ejemplo de opinión fáctica porque son creyentes en la inexistencia. La cuestión de la existencia o no de Dios es, de hecho, un asunto sin importancia. Aunque decir que no me importa la existencia de Dios es una boutade, claro. Es un honor el que le hago creyendo que no existe, porque semejante bicho… Lo importante es la bondad o maldad de Dios.

- ¿Y en qué lado lo sitúa?

- Destaca en la maldad…

- Si no cree, ni es agnóstico, ni ateo, ¿dónde está?

- Soy un renegado. Me olvido de él para que él se olvide de mí…

Ferlosio se alisa la melena de sabio tronado con las palmas de las manos. Ese gesto le da una expresión luciferina e inquisitiva. Pero su desobediencia está curtida de una ironía rebelde y un manejo preciso de referencias cultísimas que le otorgan un calambre de seducción excéntrica y excepcional.

- ¿Por qué hay miedo a decir las cosas? ¿Por qué tanta autocensura?

- Sobre todo cuando se habla de judíos o de mujeres. Qué miedo se tiene hoy por decir algo contrario a lo femenino o la feminidad… Aunque yo soy partidario de la censura.

- ¿?

- Sí, sí. Censura contra los programas de telebasura y contra la publicidad dirigida a los niños, ésa que cultiva en la infancia la comparación social. Es repugnante. Y también quitaría las fotografías de la publicidad. ¡Dibujos! ¡Sólo dibujos! Hay que ver lo que ha hecho la fotografía en favor de la pornografía…

A estas horas Ferlosio ha alcanzado el punto exacto de ebullición. La conversación va como un barco ebrio. Pero eso no oculta una extraña verdad: Ferlosio es el mejor poeta joven de varias generaciones juntas. El más feroz o esencial. Aquel que no canjea enigma por magia. Un especimen alérgico al narcisismo cuya disposición mental desborda las pretensiones de tanto listillo pálido y demacrado del río de las letras. Sabe que nadie sirve a otro porque sí. De ahí esos silencios suyos desconcertantes para todos. De ahí la lucidez deslumbradora, esa escritura impulsada por destellos líricos, por respiraciones barrocas, dispuesta a la polémica. A la dentellada.

- ¿Se considera un autor radical?

- No lo creo. Yo soy muy bueno, no quiero nunca ser extremo. No me gusta exagerar… ¿Vamos a tomar una cerveza?

Y abandonamos el camarote con la noche encima. Ferlosio, licántropo y apoyado en la garrota gorda como un rifle, arrastra por la acera un rumor de palabras: leña vieja para fuegos nuevos. Vivísimas luces de costa, porque Vendrán más años malos y nos harán más ciegos.


Entrevista a Rafael Sánchez Ferlosio en El Mundo, 27 de febrero de 2011.

lunes, 28 de febrero de 2011

EL ESTADO OMNIPOTENTE.

"¿Por qué habría de limitarse la benévola providencia del gobierno a la protección del cuerpo del individuo solamente? ¿Por qué no evitarle también malos libros y malas obras de teatro, malos cuadros, malas estatuas y mala música?"


Ludwig von Mises (1881-1973).

jueves, 24 de febrero de 2011

EL INVENTO DE PETRARCA.

"Yo le expliqué que el amor no existía, que era una invención de un italiano llamado Petrarca y de los trovadores provenzales. Que eso que las gentes creían un cristalino manar de la emoción, una pura efusión del sentimiento, era el deseo instintivo de los gatos en celo disimulado detrás de las palabras bellas y los mitos de la literatura. No creía en nada de eso, pero quería hacerme el interesante."

Mario Vargas Llosa.

viernes, 4 de febrero de 2011

ÉSTA ES LA NOCHE.

"Ésta es la noche, quien no pudo sentirla así no la conoce. Todo en la vida es mierda y aquí estamos, ciegos en la noche, atentos y sin comprender."

Juan Carlos Onetti.

martes, 25 de enero de 2011

USTED NO LO ENTIENDE.

Se cuenta que el filósofo Ludwig Wittgenstein se encontraba en la estación de Cambridge esperando el tren con una colega. Mientras esperaban se enfrascaron en una discusión de tal manera que no se dieron cuenta de la salida del tren. Al ver que el tren comenzaba a alejarse Wittgenstein echó a correr en su persecución y su colega detrás de él. Wittgenstein consiguió subirse al tren pero no así su colega. Al ver su cara de desconsuelo, un mozo que estaba en el andén le dijo:
-No se preocupe, dentro de diez minutos sale otro.
-Usted no lo entiende -le contestó ella.- Él había venido a despedirme.

lunes, 24 de enero de 2011

[...]

La vida es un caos entre dos silencios.

Samuel Beckett.

viernes, 21 de enero de 2011

EXCELENTE ESCRITOR, PERFECTO CABRÓN.

"Los hombres se aferran a sus cochinos recuerdos, a todas sus desgracias, y no se les puede sacar de ahí. Con eso ocupan el alma. Se vengan de la injusticia de su presente revolviendo en su interior la mierda del porvenir. Justos y cobardes que son todos, en el fondo. Es su naturaleza.
[...]
Proust, espectro a medias él mismo, se perdió con tenacidad extraordinaria en la futilidad infinita y diluyente de los ritos y las actitudes que se enmarañan en torno a la gente mundana, gente del vacío, fantasmas de deseos, orgiastas indecisos que siempre esperan a su Watteau, buscadores sin entusiasmo de Cíteras improbables. Pero la señora Herote, de origen popular y substancial, se mantenía sólidamente unida a la tierra por rudos apetitos, animales y precisos. Si la gente es tan mala, tal vez sea sólo porque sufre, pero pasa mucho tiempo entre el momento en que han dejado de sufrir y aquel en que se vuelven mejores. El gran éxito material y pasional de la señora Herote no había tenido aún tiempo de suavizar su disposición para la conquista.
[...]
Os lo digo, infelices, jodidos de la vida, vencidos, desollados, siempre empapados de sudor; os lo advierto: cuando los grandes de este mundo empiezan a amaros es porque van a convertiros en carne de cañón.
[...]
Para el pobre existen en este mundo dos grandes formas de palmarla, por la indiferencia absoluta de sus semejantes en tiempos de paz o por la pasión homicida de los mismos, llegada la guerra. Si se acuerdan de ti, al instante piensan en la tortura, los otros, y en nada más.¡sólo les interesas chorreando de sangre, a esos cabrones! Princhrad había tenido más razón que un santo al respecto. Ante la inminencia del matadero ya no especulas demasiado con las cosas del porvenir, sólo piensas en amar durante los días que te quedan, ya que es el único medio de olvidar el cuerpo un poco, olvidar que pronto te van a desollar de arriba abajo."


Louis-Ferdinand Céline (1894-1961).

LA BUSCA.

"La búsqueda de Dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe.

A los dioses no se les busca, se les inventa."


Máximo Gorki (1868-1936)

miércoles, 19 de enero de 2011

2 DE MAYO.

"Y aquella tarde cayó un chaparrón y vos quisiste abrir orgullosa tu paraguas cuando entrábamos en el parque, y en tu mano se armó una catástrofe de relámpagos fríos y nubes negras, jirones de tela destrozada cayendo entre destellos de varillas desencajadas, y nos reíamos como locos mientras nos empapábamos, pensando que un paraguas encontrado en una plaza debía morir dignamente en un parque..."

Julio Cortázar.

DESDE ABAJO.

"Hoy las grandes formaciones económicas multinacionales, están adquiriendo un peso político crecientes. Cuando los anarquistas, los primeros anarquistas, hecharon las bases de la corriente, Proudhon, Bakunin, el mismo Malatesta, el poder se identificaba con el Estado, ahora nosotros asistimos a un proceso en que las multinacionales están adquiriendo más poder que los Estados Nacionales.
Esta pérdida de poder por parte de los Estados, es un hecho muy interesante pero muy grave. Pero el neoliberalismo está entrando en crisis. El capitalismo salvaje con su pretendido progreso tecnológico, va dejando atrás al mundo de los marginados. Estos marginados tienen que organizarse. Es necesario impulsar la organización de los desocupados, para luchar por sus derechos, para construir un proyecto económico distinto, comunitario. La nueva organización social debe construirse "desde abajo", a partir de la libre asociación de los individuos en cooperativas de producción, consumo, vivienda y educación, más que de lucha es de creación, de autogestión. En esta nueva etapa la importancia de lo parcial aumenta y las ilusiones de una victoria completa disminuyen. Porque como ya dije, las cosa no pueden pasar hoy día, por el terreno de la fuerza física, hay que abandonar la idea de Revolución Social como resolución a todos los problemas, ya que hoy existe un nuevo factor que es el de la energía nuclear, ante la cuál estamos en inferioridad de condiciones.
Este factor es un hecho muy importante porque por primera vez en la historia está en juego la continuidad de la especie y, estaría por decir, de todas las especies."

Luce Fabbri (1908-2000).

lunes, 17 de enero de 2011

GANARSE LA VIDA.

“Yo no quiero ganarme la vida, ya la tengo.”

Boris Vian (1920-1959).

ROBERT WALSER. HISTORIAS.

"Robert Walser (Biel, Suiza, 1878-Herisau, 1956) aseguraba que debajo de un paraguas se sentía como en casa. Debajo de un paraguas, un escritor pierde cualquier rasgo de megalomanía. Walser detestaba la fantasía germánica de identificar al poeta con el genio. El verdadero poeta desprecia la gloria. Eso no significa que busque el fracaso. En sus paseos con Carl Seeling, Walser se compara con los campesinos. Su literatura sólo es una variación sobre la tarea milenaria de sembrar, segar, injertar y abonar. Walser intercambió palabras y silencios con Carl Seeling cuando ya había cumplido cincuenta años y su residencia era el sanatorio mental de Herisau, donde había ingresado voluntariamente. Walser era un gran paseante, pero no sentía ningún aprecio por viajar. Consideraba que el talento se desenvuelve mejor en un entorno pequeño, donde surge la posibilidad de apreciar la poesía de lo ínfimo e insignificante. Por eso, no se adaptaba al largo recorrido de una novela. Un crítico literario afirmó que Los hermanos Tanner sólo era una colección de notas. No es una mala forma de describir la obra de Walser.

Robert Walser pertenece al linaje de los artistas infortunados. Al igual que Van Gogh, nunca logró adaptarse a la servidumbre de un oficio y la responsabilidad de la vida familiar. Al igual que Hölderlin, perdió la razón, pero nunca se lamentó de sus años de reclusión en un hospital psiquiátrico. No era el molino donde Hölderlin pasó las últimas décadas de su vida, pero sí un buen lugar para un hombre sin grandes ambiciones materiales. Walser no escogió un destino trágico. No es un poeta maldito, pese a su notoria afición a la bebida. Simplemente, comprendió que “la dicha no es un buen material para el escritor”. La felicidad es autosuficiente, como un erizo, y no necesita expresarse. La desgracia es una mecha que produce una explosión interior. Walser se limitó a observar su propio dolor. Hostil a cualquier forma de énfasis, anotó los estragos que le devoraban hasta el extremo de apagar el impulso de escribir. Sin embargo, nos dejó un amplio legado de manuscritos inéditos. Sus “microgramas” son fogonazos de claridad, que nos enseñan a observar lo minúsculo e irrisorio. Una caligrafía diminuta, casi indescifrable, se concierta con una sensibilidad poética que desprecia las grandes revelaciones. No hay que descifrar los secretos. Un muro de hiedra tiene “un encanto indecible”. Si miramos lo que hay detrás, desaparecerá el misterio, lo incierto.
[...]
La locura de Walser no se parece a la de Nietzsche. La filosofía de Nietzsche es la de un verdugo. Walser no esconde su amor a las cosas y a sus semejantes. No es un escritor de grandes declaraciones, sino un observador tranquilo, un pensador que sólo confraterniza con la belleza cuando se le ofrece amistosamente. [...] Al leer el prodigioso “Extraña ciudad” de Walser, la ensoñación se confunde con la banalidad. Walser sólo necesita tres páginas para urdir una utopía. Habla de una ciudad que ya no precisa de poetas, pues sus habitantes poseen “una sensibilidad fina, fluida, alerta y brillante”. Nadie sabe cómo, pero todos se expresan de una forma delicada, profunda, armónica. Walser disipa enseguida la ilusión. Esa ciudad no existe. Sólo es real el paisaje de las afueras, un parque donde el sol del mediodía salpica de manchas la hierba y el rostro de los paseantes, pero ni siquiera eso es perdurable. La lluvia lo borra todo y no queda nada. Sólo es real el manicomio de Herisau. Para Jabès, sólo es real el desierto, “una ruptura salvadora en las proximidades mismas de la ciudad”. Walser y Jabès elaboran una poética donde el hombre vive como un Extranjero en un mundo que lo repudia.

Sólo hay espacio para comentar los cuentos más notables. “Kleist en Tun” recoge un pasaje de la vida de uno de los precursores del Romanticismo alemán, que acabaría suicidándose a orillas del lago Wansee, acompañado de su amante. Walser nos lo presenta urdiendo planes, escribiendo, planteándose el sentido de la literatura. Al igual que Walser, añora la vida sencilla del campesino. Es una nueva embestida contra el yo. En “Paganini. Variación”, surge otra vez la figura del artista que sólo logra la perfección formal al perder la conciencia de su propio existir. En “Teatro de gatos”, se interna en el enigmático mundo de los felinos, sin caer en la enseñanza ejemplarizante. Walser no es un moralista. Su escritura se conforma con captar el silencio mágico de un gato dormido o la semejanza entre los gemidos humanos y los maullidos de esas misteriosas criaturas que toleran la compañía del hombre.

En “Una mañana”, se acerca a Kafka -al que apenas leyó- describiendo el trabajo en un banco como una dolorosa experiencia de tedio y enajenación. Su forma de describir la sucursal recuerda la oficina interminable de El apartamento, pero sin intrigas para medrar. El protagonista del relato se conformaría con pasar la mañana en la montaña, pues no concibe nada más bello que la luz resbalando por una ladera arbolada.

En “Seis historias breves”, aparece la pasión por la música. Walser consideraba inaceptable que la música se convirtiera en un telón de fondo. La música no debe inmiscuirse en el silencio. El piano o el laúd no son instrumentos, sino seres vivos que nos escuchan. El poeta no se diferencia de ellos, pues sus palabras son el eco de nuestros lamentos y anhelos. Al hablar el poeta, hablamos nosotros. El poeta no es un yo, sino un nosotros.

Walser no conoció el éxito, pero según Hesse el mundo se justifica por su obra. Murió mientras paseaba. Su cadáver quedó tendido en mitad de la nieve. Es imposible rehuir la tentación de pensar que en el último momento pasó por su mente una de sus frases más emotivas: “Sin amor, el ser humano está perdido”. Probablemente no fue así."


Rafael Narbona, El Cultural, 14 de enero de 2011.

viernes, 14 de enero de 2011

UN RUMOR.

“Nosotros somos los solitarios, y los solitarios todos se entienden entre sí. Sin hablarse, ni verse, ni siquiera conocerse. Me acompañan en mi soledad las soledades de los demás solitarios.”

Miguel de Unamuno.

PRÓLOGO.

"Te regalaré un abismo, dijo ella, pero de tal sutil manera que sólo lo percibirás cuando hayan pasado muchos años y estés lejos de mí. Cuando más lo necesites lo descubrirás y ese no será el final feliz, pero sí un instante de vacio y de felicidad, y tal vez te acuerdes de mí, aunque no mucho..."

Roberto Bolaño (1953-2003).

miércoles, 12 de enero de 2011

EL ÚLTIMO MOHICANO.

"Conocí la obra de Juan Carlos Onetti a comienzos de la década de los noventa, atraído por las leyendas que circulaban sobre ese autor. Mis compañeros de la facultad de literatura contaban que Onetti era un ermitaño, que se negaba a dar conferencias, y que vivía tirado en una cama con una botella de whisky.

El perfil del personaje resultaba exótico en cualquier caso, pero era especialmente inesperado en un escritor del boom latinoamericano. La mayoría de sus colegas vivían en olor de multitud, actuando en ocasiones más como políticos que como artistas. Mario Vargas Llosa había postulado a la presidencia del Perú. Gabriel García Márquez se había reunido con Fidel Castro y con Bill Clinton. Cortázar había defendido la revolución nicaragüense. Carlos Fuentes era México. Y en cambio Onetti, el mayor de todos, vivía metido en una cama aferrado a una botella de whisky.

Después averigüé que Onetti sí había sufrido una persecución política, pero gris, absurda y casi cómica: lo habían detenido por formar parte del jurado en un concurso de cuentos.

El cuento ganador se regodeaba en escenas sexuales que resultaron ser una referencia apenas velada a la homosexualidad de un miembro de la junta militar en el gobierno. En castigo, el autor del cuento y los miembros del jurado fueron detenidos por ofensas contra la dignidad de las fuerzas armadas. Durante los interrogatorios, un oficial inquisidor le preguntó a Onetti:

-¿Y usted qué tendencia política tiene?

-Ninguna, respondió el narrador.

-¿Pero por quién votó?

-Por nadie.

-¿Pero por quién habría votado?

-Nunca he votado.

-¡Ah! ¡Un anarquista!

Más aburrido que asustado, Onetti respondió:

-Y... Ponele anarquista si querés. ¿Puedo fumar?

Semanas después -siempre según las leyendas-, el escritor tuvo que ser evacuado a un hospital psiquiátrico debido al síndrome de abstinencia que le produjeron la falta de alcohol y tranquilizantes. Ahí terminó su gesta más heroica."


Santiago Roncagliolo, El País, 26 de diciembre de 2009.

domingo, 9 de enero de 2011

AVISOS PARA EL DERRUMBE (II).

"Esos señores tienen la idea, como es lógico, de que un anarquista tendría que ser un hombre pobre, un desarrapado, y entonces todavía lo respetarían. [...] Ellos querrían que un anarquista, ya que tenga que haberlos, fuera miserable, piojoso, bohemio, pintoresco, drogota, enloquecido y fabricante de hambre y frío, y mejor que todo, naturalmente, muerto, muerto como Sacco y Vanzetti, y entonces todo estaría en su orden."

Agustín García Calvo.

miércoles, 5 de enero de 2011

MIEDITIS.

"El miedo es la base de todo: el miedo de lo misterioso, el miedo de la derrota, el miedo de la muerte. El miedo es el padre de la crueldad y, por lo tanto, no es de extrañar que la crueldad y la religión vayan de la mano."

Bertrand Russell.

AVISOS PARA EL DERRUMBE (I).

"Era fácil, ¿verdad?, ser contestatarios contra Ideas simples y arcaicas como las de las Dictaduras; pero cuando la Idea del Dominio alcanza en la Sociedad del Bienestar su forma suprema, la Idea que es el Dinero, y al mismo tiempo uno se ha asentado en la Sociedad por fin y se ha hecho dinero él mismo, ¡qué difícil se vuelve consentir siquiera que haya alguien que ponga en tela de juicio nuestra Fe!"

Agustín García Calvo.

martes, 4 de enero de 2011

HUMILITER SE SUBIECTI.

"Humiliter se subiecti. Se ha sometido humildemente. Esta era la fórmula de sometimiento de los censurados por Roma. Persiste. El Vaticano II suprimió en 1965 el Santo Oficio de la Inquisición, pero ha resurgido con fuerza, ahora con el nombre de Congregación para la Doctrina de la Fe. También hay un latinajo para enunciar la nueva intransigencia. "Roma locuta, causa finita". Una vez que Roma se ha pronunciado, el asunto queda zanjado. Es difícil encontrar otra institución que trate de modo tan desdeñoso a quienes defienden otros puntos de vista en sus filas.

El Vaticano II proclamó que se habían acabado los métodos del Santo Oficio -crueles, muchas veces criminales, con decenas de miles de personas quemadas vivas o asesinadas por otros medios-, ante el escándalo de que tres de los principales papas del pasado siglo hubiesen sido molestados por el inquisidor de turno como sospechosos de herejía o desviaciones pastorales. Fueron Benedicto XV, Juan XXIII y Pablo VI. Grandes teólogos del famoso concilio también sufrieron lo indecible en las garras del Santo Oficio. Décadas más tarde, observaron con estupor que uno de los mejores peritos del Vaticano II, el alemán Joseph Ratzinger, iba a resucitar algunas de las prácticas inquisitoriales repudiadas en 1965."


Juan G. bedoya, El País, 4 de enero de 2011.

domingo, 2 de enero de 2011

POCAS SOLEDADES COMO LA DEL ASCENSOR Y SU ESPEJO.

"El cuarto estaba ya casi oscuro. En la pared apenas podía distinguirse la fotografía de Miguel Hernández en el frente, la mascarilla de Rilke, Trakl con su disparatado uniforme militar, el retrato de Machado, Guevara, medio desnudo, la cabeza caída hacia abajo, los ojos abiertos mirando a la humanidad, la Piedad de Miguel Ángel con el cuerpo de Cristo sobre el regazo de la Madre, su cabeza también caída hacia atrás."

Ernesto Sabato.