Vasos vacíos, cigarrillos últimos
a la pálida luz de la mañana.
La vida como es, superponiendo
planos de destrucción, rebuscadísima
y sencilla a la vez, inasequible
al desaliento. Búscame, princesa
de la desolación, en estos páramos
de insomne polvo blanco, en la minúscula
piscina de la casa de las fábulas.
Luis Alberto de Cuenca.
martes, 27 de mayo de 2008
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