jueves, 25 de diciembre de 2008

25 DE DICIEMBRE.

A las que se muerden las uñas. A los que tienen cosquillas. A los que se orinan fuera. A los que se enamoran muchas veces en el mismo día. A los que se enamoran a tontas y a locas. A los que se enamoran de tontas y de locas. A las que tienen poco pecho y se preocupan. A las que tienen mucho y se preocupan más. A los que no tienen novia. A los que viven del cuento. A los que viven para contarlo. A los que dicen al oído cosas bonitas y de amor. A las que las escuchan. A los que no les sale barba. A los que no tienen amigos. A los que nadie les llama. A los que no creen en la literatura comprometida, en el cine con mensaje y en el buen corazón de las putas. A los que les gusta cenar fuera. A las que quedan por primera vez con un chico. A los que nunca van a clase. A los que siempre pierden las apuestas. A los que siempre pierden. A los que se levantan con mala cara. A las que no creen en el amor libre sino en el amor obligatorio. A los que siempre están pensando en lo mismo. A Lidia, que estudió Filología Hispánica. A Patricia. A Natalia. A los que nunca llevan paraguas. A los esquizofrénicos, oligofrénicos y cuadrofénicos en general. A los revolucionarios que tienen que estar pronto en casa. A Sara. A Carmen. A los que leen en el baño. A los que regalan flores. A los que tienen miedo. A las que duermen sin almohada. A los que siempre quieren tener razón. A los que nunca la tienen. A los que no creen. A los que miran los escotes a las chicas. A los que han leído a Proust y se enamoraron, para siempre y sin remedio, de Albertina.

1 comentario:

Claudio dijo...

La canción perfecta para estos días.
Estupendo. Salú2