miércoles, 2 de abril de 2008

ROMA.

"El peregrino conglomerado constructivo en que al cabo de casi dos milenios había llegado a convertirse [...] me producía ya desde niño la más profunda sugestión: sobresaliendo apenas, a flor de superficie, en la enlucida y repintada fachada de un palacio [...], aparecían aquí y allá, gastados, desconchados, renegridos, pero aún en su asiento y disposición original, los romanos sillares del teatro. [...]
Y como roca viva, ciertamente, aparecían las reliquias de enegrecida sillería contra el cobrizo almagre de casas y palacio; naturaleza pretendían fingirse ante los ojos que las contemplaban [...], pues tampoco esa más profunda y acendrada resistencia que la sonda no logra perforar suele ser otra cosa más que ruina fósil de otra cultura más, exteriormente extinta, pero erguida en la sombra todavía."

Rafael Sánchez Ferlosio.

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