lunes, 30 de junio de 2008

FÚTBOL, FÚTBOL, FÚTBOL...

Borges afirmaba que “el fútbol es popular porque la estupidez es popular”. Y es que para el escritor argentino el fútbol era un deporte estéticamente feo: “Once jugadores contra otros once corriendo detrás de una pelota no son especialmente hermosos”. También llegó a decir que el fútbol era fundamentalmente agresivo, desagradable y comercial. “La idea de que haya uno que gane y que el otro pierda me parece esencialmente desagradable. Hay una idea de supremacía, de poder, que me parece horrible”. Pero Borges no se detuvo en la critica a este deporte, además fue feroz con su afición a la que calificaba de hipócrita, y es que según Borges “el fútbol en si no le interesa a nadie. Nunca la gente dice que linda tarde pase, que lindo partido vi, claro que perdió mi equipo. No lo dice porque lo único que le interesa es el resultado final. No disfruta del juego”. Sobre las implicaciones políticas del fútbol Borges era implacable. Decía: “El fútbol despierta las peores pasiones. Despierta sobre todo lo que es peor en estos tiempos, que es el nacionalismo referido al deporte, por que la gente cree que va a ver un deporte, pero no es así”. Y cerraba el desfile de agravios contra el fútbol, acusando a sus creadores, los ingleses, a quienes acusaba de “haber llenado el mundo de juegos estúpidos, deportes puramente físicos. Como el fútbol, que es uno de los mayores crímenes de Inglaterra”.

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