viernes, 25 de enero de 2008

CÍRCULO LINGÜÍSTICO DE SALAMANCA.


El hecho central con el que tiene que enfrentarse una teoría lingüística es el siguiente: un hablante maduro puede producir frases nuevas de su lengua nunca antes oídas y puede entender frases que también son nuevas para él. Asimismo nuestro hablante maduro es capaz de identificar las oraciones derivadas o de darles una interpretación. Este aspecto creativo del lenguaje es su característica esencial.
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El lenguaje es considerado a través de las relaciones entre las unidades lingüísticas. Las unidades lingüísticas no son los sonidos o los significados, sino sus relaciones. Estas relaciones constituyen el sistema de una lengua y este sistema interno constituye el objetivo esencial para el estudio del lenguaje.
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El lenguaje es, ante todo, sintaxis, operaciones posibles de los individuos para componer y ensartar, "capacidad de generar oraciones", en palabras de Chomsky. Y es en la construcción de oraciones en donde el hablante se comporta como sujeto operatorio y no puede ser eliminado del campo lingüístico. La acción del sujeto gnoseológico impide considerar al lenguaje como un conjunto finito y cerrado de elementos -las palabras- y establecer una relación unívoca entre éstos y los pensamientos o las cosas.

Fragmento del estudio inédito del Círculo Lingüístico de Salamanca.
Palacio de Anaya, 2002.

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