La solidaridad, invocada hoy una y otra vez, y no sin razón, como base del diálogo fértil, no es la virtud prístina, origen de las demás virtudes sociales y políticas. ¿Acaso una madre da de mamar a su hijo por solidaridad con él? En todo caso la solidaridad que se despliega dentro de un cambio se enfrenta, en general, con solidaridades que interfieren o se entrecruzan con aquélla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario