-poema escrito como una herida-
Tampoco te oigo, yo
que te oí con los labios,
te escuché con los ojos abiertos;
tú echada en una fuente,
en unos libros, complicando
la vida y las palabras, vida
sujeta a mi vida:
todo lo demás era un país derrotado,
era una noche, era mi cuerpo.
Era mi cuerpo en la noche.
'El arte de la fuga según Mr. Nooteboom'
Hace 4 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario