jueves, 22 de noviembre de 2007

ASÍ SOY.

Ardo en un fuego idiota, en el daño feroz del porvenir, en el viento trapero de las cosas, en el llanto que siento por vivir. Y no soy sino un arduo caprendizaje del tener que seguir el día a día: un insecto suicida en un viaje sin retorno. Así soy. Como un pájaro sin vista que vuela entre nubes de lejía, como un triste aprendiz de equilibrista por el filo de un cristal. Y me muero en reflejos insoportables, en labios poseídos que no tengo, en el duro fingir de los retales del corazón, en los daños y vicios que retengo.

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