domingo, 18 de noviembre de 2007

EL CONTROL DE LA POBLACIÓN.

Un sistema de adoctrinamiento que funciona correctamente tiene varias tareas, algunas de ellas bastante delicadas. Uno de sus objetivos son las masas estúpidas e ignorantes. Deben mantenerse así, marginadas y aisladas. Idealmente, todo el mundo debería estar solo ante la pantalla del televisor viendo deportes, culebrones o programas de cotilleo. Así, luego, se les puede permitir, incluso alentar, a ratificar las decisiones de los que son mejores que ellos en elecciones periódicas. La plebe constituye el objetivo adecuado de los medios de comunicación pública orientado a la obediencia y a la formación por lo que respecta a las habilidades necesarias, incluyendo la de repetir máximas patrióticas en las ocasiones oprtunas. Es decir, el pueblo (¿quién es ese mozo?) debe ser un observador, no un participante; un consumidor de ideología además de un productor.

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