lunes, 19 de noviembre de 2007

PARA ANA, RAÍZ CUADRADA DE MÍ MISMO.

"Porque la pasión no conoce el lenguaje de la razón. Para una pasión, es completamente indiferente lo que reciba de la otra persona: quiere mostrarse por completo, quiere hacer valer su voluntad, incluso aunque no reciba a cambio más que sencimientos tiernos, buenos modales, amistad y paciencia. Todas las grandes pasiones son desesperadas: no tienen ninguna esperanza, porque en ese caso no serían pasiones, sino acuerdos, negocios razonables, comercio de insignificancias." Sándor Márai.
Ella sabe por qué.

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