lunes, 19 de noviembre de 2007

CERTEZAS.

Estamos rodeados por vendedores de certezas. Nuestros dirigentes venden certezas porque los ciudadanos, convertidos en súbditos, sólo quieren certezas. Desde ese círculo se comprende que la publicidad sea la gran religión de nuestro tiempo. Para escapar de esta atmósfera esfixiante necesitamos, otra vez, interrogantes.

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