domingo, 18 de noviembre de 2007

ESTA TARDE LLUEVE Y NO TENGO GANAS DE VIVIR, CORAZÓN.

Vuelven los días grises hasta llegar a ti. ¿Qué me pedías que yo no supe darte? Te busqué muchas veces bajo la sombra impasible. Te coloqué en un altar, y eres y serás para siempre mi fantasma preferido.

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