domingo, 18 de noviembre de 2007

LAS RUIDOSAS TROMPETAS DE LA NADA.

En 1917 Franz Kafka escribe "Un médico rural", que dedicaría a su padre junto a un conjunto de cuentos que no sería impreso hasta dos años después. Quizás lo más interesante sea que el 4 de agosto del año de la redacción del cuento de Kafka escribía en su "Diario" la siguiente entrada: "Las ruidosas trompetas de la nada."
Rotas las imágenes de la modernidad por las ruidosas trompetas de la nada, la visión de conjunto se completa con la triste vida cotidiana. Esta retrospectiva de inseguridad, de inquietud por cometer nuevos errores, nuevas traiciones, provoca la melancolía por la quiebra del sueño mítici de Arcadia.
Et in Arcadia, ego.

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